Procedente de las mesetas de Asia, la lana de yak conquista por su calor y suavidad incomparables. Natural y valiosa, combina confort, autenticidad y elegancia duradera.
En primavera, el yak renueva naturalmente su pelaje de invierno. Es en este período cuando comienza la recolección, cuando el animal pierde suavemente sus pelos más finos.
2. LA
RECOLECCIÓN
Los criadores proceden con cuidado peinando al animal para recoger el vellón situado bajo la capa externa, sin causarle molestia ni dolor.
3. EL CRIBADO
Una vez recolectada, la lana se clasifica minuciosamente a mano para separar las fibras más suaves y largas, las que ofrecerán el mejor confort.
4. EL LAVADO
Las fibras se lavan a continuación con agua limpia para eliminar cualquier impureza. Este proceso preserva la textura natural y la suavidad del vellón.
5. EL HILADO
Después del secado, la lana se carda y luego se hila para obtener un hilo regular y resistente, listo para ser trabajado.
6. LA CONFECCIÓN
Finalmente, el hilo de yak se teje o se tricota para dar lugar a prendas cálidas, cómodas y duraderas, con un tacto naturalmente suave.
NUESTRO CONSEJO
DE MODA
Atrévase con el yak para un estilo a la vez refinado y natural. Combine un suéter de yak con un pantalón fluido de lana o con una falda larga para un look suave, envolvente y atemporal.
LAS VENTAJAS
Naturalmente cálido, suave y transpirable, el yak ofrece un confort único. Más resistente que la lana clásica, mantiene su flexibilidad con el tiempo y proviene de una recolección respetuosa durante la muda natural del animal.
NUESTRO CONSEJO
CUIDADO
Lave a mano o en programa para lana con agua fría usando un detergente suave. Seque en horizontal y guarde doblado para preservar la forma y la suavidad de la prenda de punto.